Como ya había contado antes en mi historia de sofá morado, a mi consulta odontológica llegan infinidad de historias, las cuales son muchas veces felices, otras tristes o algunas finalizan con un continuará, pero siempre tienen un poco de aprendizaje tanto para mi como para mis pacientes que las cuentan.

Quiero tratar de contar en unas breves líneas lo que pasa en una consulta de historias de sofá, y de esta manera llamaremos a esta sección que escribiré cada 15 días, por supuesto previa autorización de las personas que me cuentan sus historias y usaremos nombres ficticios en todos los personajes que en adelante aparecerán. Hoy comenzaré con una historia que marcó el inicio de las consultas de sofá:

Un día en una consulta odontológica decidí preguntarle a Mariana, mi paciente:

-¿Por qué hasta ahora decides cambiar tu sonrisa?

Y con una cara de tristeza pero a la misma vez de reconciliación con ella misma, me responde:

A veces uno se descuida a si misma por estar segura de que la persona que está a tu lado te quiere tal cual como eres y después de un tiempo te das cuenta que no han servido de nada esas horas de sacrificio por alimentar una relación la cual está llena de mentiras.

Mariana se refería a que después de aproximadamente 5 años de relación se dió cuenta que su novio, con el cual se iba a casar, tuvo una relación paralela que duró dos años y fruto de esa relación un hijo. Un día, previo a la fecha de su despedida de soltera, recibió la llamada de una mujer quién se identificó como Juana y  madre del hijo de José, el hombre con el cual Mariana pensaba casarse; Mariana quedó en «shock», pero siguió preguntándole a Juana él como hacía para verse con ella, si era obvio que la mayor parte del tiempo José la pasaba con Mariana, Juana le contestó muy apenada que ella sabía de la existencia de Mariana y que así lo aceptó, pero que hacía un año que José había decidido dejar de verla… esto porque un día Juana le contó a José que estaba embarazada y sin más ni más José le dejó de hablar, literalmente se perdió del mapa, cambió de trabajo y se mudó de donde vivía.

Pero por cosas del destino, Juana se enteró que José se iba a casar, esto fue por redes sociales, por lo que trató de ubicar a Mariana  para contarle que el hijo de José ya había nacido (no podía aguantarse que José fuera feliz así no más … y así se lo dijo a Mariana). Mariana no lo podía creer y por eso decidió no casarse, enfrentar a José y contarle todo lo que pasó.

Esto había pasado dos años antes de la visita de sofá, ahora Mariana piensa que es hora de cambiar de sonrisa y quiere tener una nueva sonrisa porque superó su historia, tiene un nuevo amor en su vida y quiere sentirse linda sonriéndole a la persona que ahora está a su lado.

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